Mi percepción de los beneficios de la teoría literaria

La literatura es un arte, una creación que surge de la mente, de la inspiración e ideas de un sujeto que  no necesariamente está siguiendo una estructura, por lo que en un principio me parece que la teoría literaria no podría decir más sobre algún texto que el texto mismo.

Al comenzar la carrera, uno sabe que debe apoyarse en teorías y estudios literarios para poder analizar la literatura, pero cuando sólo se está acostumbrado a leer con fines recreativos para disfrutar las historias e ideas que se plasman en los textos, uno no puede comprender para qué nos servirá saber sobre dichas teorías; para qué analizar algo que es totalmente subjetivo y que podemos entender sin ningún análisis. 

Después de algunos cursos sobre teoría, entiendo que la literatura tiene un orden. Dentro del mundo de los textos literarios se entretejen relaciones íntimas entre el lenguaje y su manera de emplearlo, de lograr que las ideas se transmitan directa o indirectamente y es la teoría literaria la que nos puede ayudar a entender cómo funciona ese sistema, esa relación entre ideas, el lenguaje y su análisis. La teoría puede llevarnos a tener una mejor interpretación de la obra, a entender porque se plantea de un modo definido lo que sucede en el texto y la manera como se presenta el mismo, nos proporciona nuevos elementos para que nuestra lectura sea más completa y entendamos los pequeños detalles que nos pueden ayudar para dar un  significado más amplio  a la obra.

La teoría literaria nos ayuda a comprender y analizar mejor tanto la parte formal del texto cómo su contenido, pero quizá también pueda quitarnos un poco del placer de leer, pues uno debe atender no sólo a la historia que se nos narra, las ideas que se intentan transmitir, si no que hay que estar alerta para identificar los elementos que una u otra teoría nos indica que se pueden analizar.

Para mí, aplicar la teoría literaria nos puede llevar a dos resultados: uno, obtener un buen análisis de la obra literaria, pero que nos habrá causado cansancio, estrés por querer obtener lo que la teoría plantea dejando de lado la obra en sí, la lectura recreativa y amena; o dos, puede llevarnos a un análisis consciente en el qué descubrimos detalles y razones que nos maravillan, gozando aun más la obra. En los dos podemos obtener el análisis, pero no siempre será un trabajo fácil que pueda llevarnos también al goce de la lectura.